lunes, 19 de enero de 2009
El club de las malas madres (Lucía Etxebarría)
Señalar que el libro "El Club de las Malas Madres" saldrá a la venta el proximo 24 de febrero, y en la blog de Lucía se hace referencia a la posibilidad de obtenerlo antes de su salida a las tiendas.
El Club de las Malas Madres
Yo no soy una buena madre. Y probablemente usted, que me lee, tampoco.
Si usted ha decidido quedarse en casa y consagrase al cuidado de sushijos es usted una madre hiperprotectora, amén de un parásito, un serque vive a expensas de otro y a espaldas de las verdaderaspreocupaciones y dificultades de la vida.
Si usted trabaja fuera de casa entonces desatiende usted a sus hijos,y nadie valorará el hecho de que tenga usted que hacer verdaderosmalabarismos para conciliar la vida familiar y la laboral. Lo peor detodo es que unas madres y otras van acusándose mutuamente: la que sequeda en casa arremete contra la que trabaja, y viceversa, como si nofuera suficiente con recibir los ataques de los pediatras, lospsicólogos, los especialistas en sueño, los periodistas, las madres,las suegras y las cuñadas.
Nosotras, las madres de hoy, aseguran ciertos psicoanalistas, somos lafuente de todos los problemas de nuestros hijos, porque tenemosdemasiada fuerza y le hemos robado la autoridad a los padres.Si su hijo es hiperactivo, si tiene rabietas, si insulta a otros niñosen el colegio, la culpa será siempre de usted, porque o bien leconsiente demasiado o bien no le atiende lo suficiente. ¿Y dónde estánesos padres a los que les hemos robado la autoridad? ¿Cuánto hanluchado para defenderla?
Nadie culpará al padre, nadie cuestionará nunca que el padre trabajefuera de casa o viaje. Pero ¡ay de usted si lo hace! No solo tendráque enfrentarse al goteo constante de comentarios más o menosdirectos o indirectos por parte de su madre, de su suegra, de lasmadres de los compañeros de cole de su retoño, sino, sobre todo,tendrá usted que lidiar con su propio sentimiento de culpa, que no ladejará vivir.
Yo no soy una buena madre. Trabajo fuera de casa y además viajo. Dejoa mi hija con canguros. Tengo novios y vida social. No le heproporcionado a mi hija ese entorno familiar estable que entronizanlos manuales de pediatría y las revistas de papel couché.
No soy una buena madre pero pago las facturas de mi hija (el colegio,la comida, los canguros, la ropa, los juguetes, el pediatra y, muy ami pesar, las Barbies), apenas duermo para poder llevarla al colegiotodos los días, dedico la mayor parte de mi tiempo libre a su cuidadoy todo mi espacio mental a pensar en ella.
No soy una buena madre, como no lo somos ninguna. Es lo más parecido alo que vivíamos en la primera adolescencia. La que intimaba con loschicos era una p**a, la que se resistía era una estrecha: no habíatérmino medio.
El caso es que nunca llueve a gusto de todos y una mujer nunca hacelas cosas bien.A la madre nunca se le valora lo que hace y para colmo no tienederecho a quejarse, so pena que se le diga que... es una mala madre.
Nuestra sociedad es perfeccionista y quiere individuos perfectos.Superhombres que se afeiten con acabado impecable, que conduzcancoches que apenas hagan ruido, que vayan al gimnasio tres veces porsemana.Supermadres de brillante sonrisa y silueta juncal, triunfadoras entodos los ámbitos, adoradas por sus maridos y respetadas por susjefes, criadoras de niños sanos y emocionalmente estables. Nuestrasociedad ha convertido el goce en un modelo, y el goce inmediato en elvalor supremo.
Y un niño no es goce ni inmediatez. Un hijo implica renuncia yperspectiva. Y sobre todo, implica aceptar que la perfección noexiste.
Usted, que me lee ¿está con los nervios de punta porque no le datiempo a hacer todo lo que debería?, ¿tiene diez kilos de más?, ¿notiene tiempo para ir al gimnasio y, si lo tuviera, lo emplearía endormir?, ¿desearía que a veces fuera él el que se ocupara de lacompra, de la colada, de los biberones y de la visita al pediatra?, ¿aveces se enfada, a veces está harta, a veces llora y a veces, muchaveces, no está en condiciones de dar lo mejor de sí misma?
Estupendo. Bienvenida al Club de las Malas Madres. Recuerde: no somoslas mejores pero somos la mayoría.
sábado, 3 de enero de 2009
Recursos en la red. Presentación
Un saludo a todas, y... ¡a vivir, que son dos días!
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Fidelidad y monogamia
He estado leyendo diversos artículos publicados por la red, y he hecho una especie de sondeo entre otras colaboradoras del blog, y todo ello me ha llevado a la conclusión de que en este tema existe mucha confusión derivada de la utilización ligera de los términos (fidelidad por monogamia), así como de la facilidad con la que se etiqueta a un género como "infiel" (normalmente al masculino), por predisposición biológica o por rol social.
Así, por ejemplo, nos encontramos con que se dice que los hombres son "infieles por naturaleza", que están biológicamente determinados a ellos porque su función fue, desde un principio, la de "procrear sin mirar a quien", fecundando a todo lo que se moviera y se dejara; y que, por contra, las mujeres están determinadas a la fidelidad porque su función en la procreación estaba programada para plazos más largos, que incluían los nueve meses de gestación.
También me he encontrado con personas a las que no les importa realmente que su pareja tenga otras relaciones, siempre y cuando no llegue a su conocimiento dichas "aventuras", considerando que no es el hecho en sí, sino su conocimiento del hecho lo que es causa de la ruptura.
He observado que en muchos casos de mujeres "dejadas por otra", lo que realmente les importa no es que su marido tenga otra relación, se acueste con otra mujer, sino que se haya mantenido una situación de engaño durante un tiempo. Por eso, mientras una "canita al aire" molesta pero se perdona, una aventura duradera con una amante puede generar un odio eterno y desprecio hacia el "engañador"...
Creo que es importante distinguir, en primer lugar, lo que es la fidelidad y lo que es la monogamia.
Según el diccionario de la R.A.E., la fidelidad (en su primera acepción) es "la lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona"... Por lo tanto, es un término que tiene que ver directamente con la existencia de un compromiso al que se falta cuando se es infiel. La infidelidad, por tanto, solo se produce cuando se rompe una promesa, y en toda promesa hacen falta siempre dos personas, como mínimo.
La monogamia, en cambio, es un sistema familiar basado en la pareja de un solo hombre con una sola mujer, por contraposición a los sistemas polígamos o poliándricos. Es una forma de organización social, basado en un tipo de familia u otro, por el que se opta en las diferentes culturas en funcion de sus propias necesidades. O también se entiende, en el terreno de los animales, que es monógama la especie que sólo se aparea con un individuo del género opuesto; trasladado al genero humano, y fuera del ambito legal del matrimonio, es monógama la persona que prefiere mantener relaciones solo con una persona durante un periodo mas o menos largo de tiempo. La monogamia, por lo tanto, no tiene que ver con la existencia de un compromiso o promesa, sino la actitud de una persona hacia lo que son sus relaciones íntimas, si prefiere que tengan lugar con múltiples individuos o si, por el contrario, prefiere que sean siempre con el mismo sujeto. Es por tanto, un concepto propio, una opción interna de cada persona, aunque bien es cierto que los factores externos influyen en cuál es la opción que cada uno escoge, en mi opinión.
Llegados a este punto, se puede decir que, combinando ambos términos, nos podemos encontrar con personas que, paradójicamente, son fieles y sin embargo, no son monógamas: así sucede en una pareja en la que existe un compromiso de total transparencia en este terreno, o incluso, complicidad para las relaciones con otras personas; es lo que ocurre con las parejas del ambiente "swinger", que hacen intercambios de parejas, o practican el sexo en grupo, siendo matrimonios muy estables, no monógamos y que, no toleran la infidelidad. Es fácil de entender, si se piensa bien, porque la fidelidad es la lealtad al pacto, y este puede incluir las relaciones sexuales con terceros.
Resulta evidente, a mi juicio, que en el terreno de la fidelidad, las mujeres y los hombres estamos igualmente determinados. Nadie tiene bula para el engaño y la mentira, por pertenecer a un genero o a otro. Faltar a una promesa, faltar a un pacto, tanto lo puede hacer un hombre como una mujer.
En cambio, sí que es posible que los hombres tengan más tendencia que las mujeres a no querer optar por una vida monógama. Quizá lo que suceda, entonces, es que son más infieles porque se comprometen a algo quer realmente no quieren ¿es posible? Hay que tener en cuenta que, bien sea porque cuando viviamos en cuevas su misión era "diseminar su semilla", bien sea porque con el paso de los siglos, el éxito sexual de los hombres ha terminado siendo un índicativo de su valía, de su masculinidad, lo cierto es que está socialmente bien visto, es aceptado e incluso motivo de elogio, el que un hombre tenga relaciones con muchas mujeres. Solo si esas múltiples relaciones suponen el incumplimiento de una promesa, la conducta del hombre "disperso" puede llegar a ser criticada, y a veces, ni aún así.
Las mujeres, por el contrario, hemos sido educadas para proteger nuestra intimidad sexual como si fuera un tesoro, y una mujer "dispersa" tiene siempre un nombre muy feo, a pesar de la liberación sexual de los últimos años y aunque sea una mujer libre como un pájaro. Con o sin infidelidad, una mujer dada a multiples relaciones, no es bien aceptada socialmente. Porque lo que hemos aprendido, es que nuestra intimidad sexual es algo muy especial que no se comparte con cualquiera, solo con alguien que sea también muy especial. Y nos cuesta trabajo entender cómo los hombres son capaces de tener contacto físico con mujeres a las que no conocen apenas. De hecho, cuando una mujer "tipo medio" se le pasa por la mente una relación esporádica, el rechazo inicial suele venir del lado de una simple repugnancia que provoca el mero roce físico con un hombre desconocido... "¿y si huele mal? y los sudores, y los pelos... uf ¡qué asco!".
Y de ahí viene también un distinto concepto de lo que es la "fidelidad" en las parejas "tipo medio" (excluyo a los swingers, claro), ya que en un sistema monogamo como el nuestro, una parte importante de la promesa, expresa o tácita, que conlleva una pareja estable es el mantenerse ambos miembros de la pareja como monógamos. Pero mientras para un hombre la monogamia puede no verse interrumpida por una "canita al aire", sino que requiere de cierta habitualidad, para una mujer, el hecho de que su pareja sea capaz de compartir con otra mujer algo tan especial como es la intimidad sexual es algo muy difícil de comprender y asumir.
Todos tendemos a creer que los demás otorgan el mismo valor que nosotros a las cosas, y evaluamos sus conductas en relación con nosotros con nuestra escala de valores. Pero por mucho que los dos miembros de una pareja, como es lo deseable, compartan valores muy similares, siempre serán sólo eso "similares" pero no idénticos.
Desde luego, ya me gustaría a mi dar con un hombre que sea monógamo por propia convicción, pero creo que no existen, porque hasta la fecha, todos los hombres que he conocido le dan al sexo un valor muy distinto al que solemos darle las mujeres, diferenciando muy bien (no sé cómo, pero lo hacen) entre el sexo y el sexo-con-amor (que aseguran es mejor, pero no lo único que existe)... Yo soy monógama por decisión propia, por lo menos, de momento... aunque no descarto comprobar si es una decisión derivada de un prejuicio o es que, realmente, lo del sexo ocasional no me gusta.
martes, 25 de noviembre de 2008
25 de Noviembre... Día Internacional contra el Maltrato a la Mujer
Apareciste una noche fría con olor a tabaco sucio y a ginebra. El miedo ya me recorría mientras cruzaba los deditos tras la puerta.
Tu carita de niño guapo se la ha ido comiendo el tiempo por tus venas y tu inseguridad machista se refleja cada día en mis lagrimitas.
Una vez más no, por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón.
Una vez más no, mi amor, por favor no grites que los niños duermen.
Voy a volverme cómo el fuego, voy a quemar tus puños de acero y del morado de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres, no se daña a quien se quiere, no!
Tonto, tonto, tonto eres, no te pienses mejor que las mujeres
El día es gris cuando tú estás y el sol vuelve a salir cuando te vas y la penita de mi corazón yo me la tengo que tragar con el fogón.
Mi carita de niña linda se ha ido envejeciendo en el silencio.
Cada vez que me dices puta se hace tu cerebro más pequeño.
Una vez más no, por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón.
Una vez más no, mi amor, por favor no grites que los niños duermen
Voy a volverme cómo el fuego, voy a quemar tus puños de acero y del morado de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres, no se daña a quien se quiere, no!
Tonto, tonto, tonto eres, no te pienses mejor que las mujeres
Voy a volverme cómo el fuego, voy a quemar tus puños de acero y del morado de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres, no se daña a quien se quiere, no!
Tonto, tonto, tonto eres, no te pienses mejor que las mujeres
Malo, malo, malo eres, malo eres porque quieres
Malo, malo, malo eres, no me chilles que me duele
Eres débil y eres malo y no te pienses mejor que yo ni que nadie.
Y ahora yo me fumo un cigarrito y te hecho el humo en el corazoncito.
Porque malo, malo, malo eres tú.
Malo, malo, malo eres sí!
Malo, malo, malo eres siempre.
Malo, malo, malo eres.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Inauguración del blog... entre la cena y el cuento...
Y como soy padre, madre y profesional, estas palabras las pongo entre la cena que se acaba de zampar mi hijo y el cuento que ahora tenemos que leer, antes de irse a dormir... No tengo más tiempo, conoceis cómo va la historia ¿no?... Pues si es así, espero vuestras colaboraciones y aportaciones.
Un abrazo a todas.